martes, 24 de septiembre de 2013

Dos microrrelatos


Todo en sombra, sin estrellas
Cenicienta firma ante notario que en caso de no caberle el zapato de Manolo Blahnik escogido por Christian Grey accedería a mutilarse el pie.

El cristal con que se mira
En septiembre, Lola se compró por un euro el coleccionable que se anunciaba en TV: “Crea una réplica exacta de los zapatos de Cenicienta. Con el primer fascículo, el tacón”. En septiembre del año siguiente, Lola y otras mujeres llevaban los zapatos de cristal completados y miraban ansiosas a los príncipes con los que se cruzaban. Pero ellos no las veían: solo les interesaban las chicas con manolos.

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