jueves, 28 de febrero de 2013

Cuéntame un cuento: érase una vez la ficción

El ejercicio que se puede leer a continuación lo escribí a partir de lo que aprendí en el fascículo número diecinueve del curso de escritura creativa "El placer de escribir" de Planeta deAgostini.
El fascículo diecinueve se titulaba  "Cuéntame un cuento: érase una vez la ficción".
El anunciado de la actividad era el siguiente:

ESCRIBE UN CUENTO COMPLETO
1. Repasa la teoría que se explica en la parte técnica de la lección, las reglas fundamentales con las que se elabora un buen cuento. Recordémoslas: tu cuento deberá ser breve –no debe superar los 4200 caracteres con espacios--, significativo, intenso, esencial y todas sus piezas deberán trabajar en pos de un único efecto.

2. Elige el tema sobre el que escribir. En la parte superior de la página indica el tema y el efecto que has escogido de los cinco temas y cinco efectos que te proponemos en el cuadro inferior. Elige un tema y desarróllalo en la historia, con uno o varios personajes que lleven a cabo acciones en un escenario determinado. También elige uno de los cinco efectos y, con el tema escogido, intenta que tu cuento provoque esa impresión y no otra en el lector:
Temas: La tristeza de abandonar la tierra natal, los imprevistos de la vida, la venganza y sus consecuencias, los sueños aún no alcanzados y las injusticias del mundo actual.
Efectos: Humor, perplejidad, impotencia, reflexión y amor.


El tema que he escogido es “la tristeza de abandonar la tierra natal” y el efecto “impotencia”.

Recreación

Me sitúo ante la pared blanca de la habitación de mi hija dispuesta a decorarla. Con la mano tensa, agarro la boca del tubo de la impresora 3D y pienso. Pienso qué imágenes o motivos serán perfectos para transmitir a mi bebé, que nacerá dentro de tres meses, el amor que debemos a nuestro antiguo planeta Tierra, 

 del que provenimos y que dejamos atrás para habitar Arcadia. Curious nunca pisará el viejo planeta.
  Intento recordar cómo era el salón de mi abuela la última vez que lo vi a los cuatro años. Me viene a la mente “Ikea”. Pregunto al ordenador periférico de mi hogar y me habla del estilo escandinavo, de cortinas Emmie con alzapaños a 49,99 euros el par, de alfombras Emmie a 264 euros... 


¿Qué son cortinas? ¿Qué son alfombras? Lo he olvidado. Pero sé que mi yo pequeño aún habita mi interior, en la memoria de mi cerebro. Programo el navegador cerebral Boo8-R para que se salte los cortafuegos que hay en mi mente, sé que me juego mi identidad, pero se lo debo a mi niña.
  El navegador accede rápidamente a los recuerdos de 2013, almacena los trozos de memoria que corresponden a la casa de la abuela y los transmite a la impresora en 3D, que imprime un caos de colores y estructuras. ¡Mierda! Es frustrante y además... La cabeza me duele, creo que estoy malherida, respiro con dificultad y siento el cuerpo tenso. No debí inhabilitar los cortafuegos, los expertos siempre advierten de lo peligroso que es, pero yo vengo de la Tierra: mi naturaleza es temeraria y no obedezco a todo lo que me dicen. Percibo el tiempo de forma lenta: un minuto real, son quince minutos en mi mente. Me muevo despacio; al final, no me podré mover. Curious nunca verá como se filtraba la luz a través de la tela de estampado floreado que colgaba de una barra de la pared.

  Ni sabrá cómo olía la calidez del sol terrestre. La veré nacer, con suerte crecer, sin poder contarle nada del viejo mundo porque siempre estaré atrapada en este cerebro enfermo, que se olvidó de recordar.

lunes, 18 de febrero de 2013

La fantasía pactada: mantén el encanto de la ficción

El ejercicio que se puede leer a continuación lo escribí a partir de lo que aprendí en el fascículo número diecisiete del curso de escritura creativa "El placer de escribir" de Planeta deAgostini.
El fascículo diecisiete se titulaba  "La fantasía pactada: mantén el encanto de la ficción".
El anunciado de la actividad era el siguiente:


MANTÉN EL ENCANTO DE LA FICCIÓN


1. Imagina a un personaje dotado de una facultad secreta que en ocasiones le resulta útil y en otras desconcertantes: puede saber si la persona que tiene ante él dice la verdad o miente. Le basta con tomar ambas manos de su interlocutor durante unos segundos para averigurar con certeza absoluta si este pretende engañarlo o por el contrario si es realmente sincero. (...) En la vida privada se ha negado a utilizar su facultad. Sin embargo, un día cree percibir en su pareja una extraña actitud. La duda le intranquiliza, le obsesiona y enrarece su carácter. Por otra parte, siente que también está engañando a su cónyuge, a quien no ha revelado su secreto. ¿Qué hará? ¿Confiar ciegamente, utilizar su extraña habilidad para descubrir si le está engañando o...?
2.  Escribe una narración que no supere los 4200 caracteres con espacios en la que des vida a este personaje, su extraña circunstancia y el modo en que finalmente encara la situación con su pareja.
3. Antes de ponerte a escribir, define el narrador; piensa en la biografía de los personajes principales; cuida la coherencia en lo que respecta a sus circunstancias emocionales; imagina las escenas que protagonizarán; y todo,  sin olvidar que los detalles concretos dotan de verosimilitud el relato.

Resumen de la teoría:
El pacto ficcional o suspensión de la incredulidad consiste en que un autor inventa una realidad y los lectores u oyentes no solo la creen, sino que están más que dispuestos a vivirla y disfrutarla antes incluso de abrir el libro. Sin embargo, para que este pacto se mantenga los autores debemos inventar mundos y personajes creíbles o verosímiles. El público es exigente y hay errores imperdonables que no admitirá y que le llevarán a abandonar la lectura. 
Para ser verosímil hay que tener en cuenta:
a)La importancia de la riqueza de imágenes que consiste en que las imágenes tengan suficiente concreción en los detalles como para que los lectores vean lo que desea el escritor.
b) La coherencia emocional de los personajes entre sus emociones y sus actos, los personajes deben tener unas emociones asumibles por cualquiera de nosotros (en estas circunstancias, aceptamos lo imposible porque se sostiene sobre una base de verdad humana incuestionable. Por ejemplo, el comportamiento infantil de Caperucita o la actitud protectora de su madre, son actitudes que todos podemos atribuir con naturalidad a una niña o a una madre).
c) Evitar la abstracción excesiva, error habitual entre los escritores noveles, que lastra la veracidad de la ficción.

Mi ejercicio se titula: "El último viaje de Edgard Allan Poe". Veréis que me tomé algunas libertades a la hora de seguir las consignas de la actividad.

El último viaje de Edgard Allan Poe

Edgard Allan Poe recorría la playa con una pala en las manos, camino a la tumba de Annabel Lee.

 Porque ni los ángeles del Cielo, allá arriba, ni los demonios, en las profundidades del mar, podrían jamás desgajar su alma del alma de la hermosa Annabel Lee. Iba a desenterrar su cuerpo. Además de una escritura que conmocionaba el espíritu, tenía un talento oculto; podía saber si la persona que tenía ante él mentía o decía la verdad. Lo único que necesitaba era tomar ambas manos de su interlocutor durante unos segundos para averiguarlo. Nunca había usado esta facultad para vulnerar la intimidad de su amada. Pero ahora estaba muerta, tenía que asegurarse de que estaba a salvo.

  La piel de su cara estaba irritada por las lágrimas cuando logró apartar la tapa del ataúd. Lentamente se acercó a ella, dudó un instante en tomar sus hermosas manos, aunque no pudo eludir su misión. Se trataba de Annabel Lee, su querida Annabel Lee.
–¿Estás en el cielo…?
La respuesta negativa lo paralizó.
–No estás allí, porque…¿me esperas?.
En cuanto supo la verdad, no necesitó ninguna respuesta más: se cortó el cuello con una daga afilada. Al poco, sintió la mano pálida de Annabel Lee acariciando su mejilla; fue apacible, dulce y reconfortante. Les esperaba una eternidad de dicha en el nirvana. Mas una nube de cuervos lo rodeó para llevárselo a las tinieblas.


Había atentado contra su propia vida; su castigo sería ver discurrir muchos siglos antes de que  volviera a ver a su amada.


Nota: Si queréis oír la versión musical de Radio Futura del poema original de Poe:
Annabel Lee


domingo, 17 de febrero de 2013

La tríada básica: planteamiento, nudo y desenlace

El ejercicio que se puede leer a continuación lo escribí a partir de lo que aprendí en el fascículo número dieciséis del curso de escritura creativa "El placer de escribir" de Planeta deAgostini.
El fascículo dieciséis se titulaba  "La tríada básica: planteamiento, nudo y desenlace"
El anunciado de la actividad era el siguiente:


PUNTOS DE GIRO, UMBRALES EN LA HISTORIA

1. Coge un trozo de papel y responde las preguntas de un planteamiento de forma sintética. ¿De qué vamos a hablar? ¿Quién es el protagonista? ¿Dónde transcurre la historia? ¿Cuándo?
2. Describe qué tipo de vida lleva tu protagonista. Rango social, costumbres, trabajo, manías, familia...
3. Piensa en un desencadenante para la historia, un hecho determinante en la vida del personaje, ajeno a su voluntad, que lo empuje a actuar... y en un punto de giro.
4. Describe en pocas palabras cómo será el nudo de la narración. Imagina, asimismo, el último punto de giro, el que depositará al personaje en la resolución del conflicto, en el desenlace de la historia.
5. Ahora sí: con toda esa información escribe un cuento que no supere los 4200 caracteres con espacios. En él deberá ver con claridad la relación entre el desencadenante y el primer punto de giro, así como el vínculo entre el primer y el último punto de giro.

Resumen de la teoría:
 La mayoría de narraciones siguen el patrón narrativo de planteamiento, nudo y desenlace. En el planteamiento se presenta la vida cotidiana del personaje y el desencadenante. En el nudo se desarrolla la historia; es el camino que conduce a nuestro personaje al desenlace de la historia; este itinerario deberá ser lleno de dificultades. El desenlace es todo segmento de la historia situado al final del relato, justo a continuación del último punto de giro, un momento en el que la trama principal, aquella desarrollada a lo largo del nudo, encuentra su cierre.
Un punto de giro es todo momento de la historia que genera una alteración drástica en el recorrido de la trama y provoca un cambio importante en la vida del personaje. No se debe confundir desencadenante con el primer punto de giro. El desencadenante es un hecho fortuito que irrumpe de improviso en la vida del personaje, que trastoca su vida normal y lo pone en acción. El primer punto de giro, en cambio, es una consecuencia del desencadenante, un suceso que puede ser o no fruto de la voluntad del personaje. 

El ejercicio que escribí lo titulé "Profetas". 

Profetas

–¿El número doce de “Sigue tu propia aventura”.? –preguntó la quiosquera Úrsula.
Vania asintió. Cada sábado por la mañana acudía al quiosco a comprarse un libro-juego de esos en los que uno iba tomando decisiones que le desembocaban a diferentes finales.


 Nunca lo leía sola; por la tarde se reunía con su amiga Eugenia y cada una tomaba su decisión. Era muy divertido, tomaban chocolate caliente con galletas y el tiempo volaba. Llevaba meses siguiendo esta rutina que encontraba emocionante.
–Parece que vamos a divertirnos. –dijo la quiosquera que tenía un ojo negro y otro gris.
Vania pensó que la mujer parecía chiflada; inquietaba, pero no habría sabido decir por qué. Le siguió la corriente y cogió la bolsa de papel con el libro-juego que Úrsula le tendía.
 A las cuatro y media su amiga Eugenia la llamó para decirle que la habían castigado, pero se escaparía. A Vania le pareció fatal la idea y dijo que no sería su cómplice; que siguiera las normas. Así que a las cinco, se encontró sola en el comedor (sus padres habían salido junto con su hermano pequeño) sacando el libro de la bolsa marrón.
 No pudo creer lo que veía. Le había puesto en la bolsa otro libro. Furiosa vio que era un libro usado; se titulaba “Profetas”. Maldeció a la quiosquera en voz baja, pero ya que estaba y había decidido pasarse aquella tarde lluviosa leyendo, eso fue lo que hizo.
 Al acabar el libro estaba perpleja; la historia del libro era de lo más raro. Contaba la historia de una sociedad que vivía una época de prosperidad desde hacia siglos. Este bienestar lo debían a los profetas, que eran unos seres dotados de videncia que veían las futuras acciones de los malos y lo profetizaban. Los malvados eran enviados a una isla remota, donde pasaban a ser “nekos” (prisioneros). Los profetas eran un grupo selecto que era capaz de preveer las consecuencias de todas las acciones posibles. Aprendían a mejorar sus poderes, con la técnica del “ralance”, que consistía en ir actuando según las señales de su entorno cotidiano. Casi siempre sólo avisaban de quién era el futuro delincuente y miembros de la SEPLLE (seguridad especial para Lázar libre del enemigo) lo detenían. Aunque también tenían poderes para detener ellos mismos a los malhechores.
  Vania encogió los hombros; las tripas le estaban sonando hacía rato y sus padres no iban a volver hasta más tarde. Sacó de la nevera la bandeja de musaka 
 que su madre le había dejado preparada y la metió en el microondas.

  Mientras se esperaba, leyó los ingredientes del pan de molde envasado que tenía delante: harina, agua, levadura, azúcar, sal, antioxidante, llama a tus padres, o tu hermano morirá. ¿Qué? Volvió a leer y esa frase no estaba escrita. Intentaba comprender que había pasado, cuando un impacto invisible en el interior de su mente le hizo ver cómo su hermano se había dejado el inhalador en casa, después lo veía patinar en el parque rápido, cada vez más rápido, hasta que le daba un ataque de asma.

 Sus padres, distraídos hablando, no se daban cuenta; y él moría ahogado. También visualizó todas las opciones posibles que hacían que se salvara o se muriera. Si llamaba contando su visión, sus padres no la creerían en ninguna de las opciones; sólo si decía que se había hecho daño, conseguiría que volvieran a casa. Realizó la llamada. Aterrada, se autolesionó la pierna izquierda con un cuchillo. A los veinte minutos, su madre miraba a Vania aliviada, porque se había temido algo peor. Ella miró de reojo a su hermano pequeño que jugaba con un camión en miniatura.
 En las semanas que siguieron a este suceso, tuvo las suficientes visiones, para comprender que era una profeta.
  Un viernes de abril, navegando por Facebook leyó: “Detén a Úrsula”. Lo sabía. Vania metió en su mochila una pastilla de jabón y algo de comer para entregarla a la quiosquera; este era el protocolo de detención de sospechosos por parte de un profeta.
--¡Queda usted detenida! --dijo Vania a la mujer de los ojos de diferente color.
--No. Eres TÚ la que quedas detenida.
 Rápidamente dos miembros de la SEPLLE que salieron no se sabe de dónde, intentaron esposarla, pero Vania se abrazó a una farola, ofreciendo resistencia; gritó todo lo que pudo. Con la visión borrosa a causa de la adrenalina pudo ver como una mujer se situaba detrás de ella, y al poco otra delante, al cabo de cinco minutos una inmensa muchedumbre la rodeaba, protegiéndola de los miembros de la seguridad. Llorosa, miró a su izquierda, una mujer con una trenza oscura le estaba contando algo importante, pero con los nervios no oía nada. Intento escuchar.
–Todos los pobladores de Lázar somos profetas; esto es lo que intentan ocultar los poderosos. Dicen que sólo unos pocos pueden serlo. Mienten. Somos la resistencia, vamos a contar la verdad.
–Has despertado.
Vania abrió los ojos. Estaba en Lázar, sentada con un simulador de realidad cubriendo su cabeza como una visera, y tenía una buena nueva que contar.


miércoles, 13 de febrero de 2013

Ejercicio 15. Buscando problemas: el conflicto narrativo

El ejercicio que se puede leer a continuación lo escribí a partir de lo que aprendí en el fascículo número quince del curso de escritura creativa "El placer de escribir" de Planeta deAgostini.
El fascículo quince se titulaba  "Buscando problemas: el conflicto narrativo"
El anunciado de la actividad era el siguiente:

EL CONFLICTO Y SU DESENCADENANTE


1. Primero piensa en un personaje y responde la siguiente pregunta: ¿qué es lo más importante para él o ella?
2. La respuesta a la pregunta anterior te dará la pista para definir el objetivo que el personaje perseguirá en el relato. Ahora, para acabar de formular el conflicto, piensa en la resistencia que le impedirá alcanzarlo.
3. Con la fórmula “deseo más oposición”, ya tienes el conflicto. Perfecto. Ahora imagina qué desencadenante empujará al personaje a tal conflicto.
4. Tienes el personaje, tienes el deseo, también la oposición y el desencadenante. Ya puedes ponerte a escribir: narra únicamente la escena en la que tenga lugar ese desencadenante. Una vez la escribas, ya tendrás un buen principio para una historia. ¿Querrás continuarla? Depende de ti hacerla crecer, pero ten en cuenta que, en el caso de que la envíes a la plataforma virtual del curso, solo nos has de enviar este ejercicio: el desencadenante de la historia.
5. En total, el texto no debe superar los 4200 caracteres con espacios.



Resumen de la teoría:
El personaje está en un estado más o menos "estable", hasta que sucede el desencadenante* y su vida se ve alterada. A partir de aquí, el personaje luchará para conseguir su objetivo, y llevará a cabo acciones para alcanzarlo. Para que la historia adquiera interés, es necesario que a los personajes les resulte difícil alcanzar sus objetivos. Será imprescindible que encuentre una oposición de fuerza equivalente a la del protagonista.

*Recordemos que el desencadenante es: "ese acontecimiento inesperado que lanza al personaje al conflicto y que nunca es consecuencia de la decisión o voluntad del personaje".

La consejera de la Babyblue

Habían pasado veinte años, pero May habría reconocido a la consejera de la revista para adolescentes Babyblue aunque se hubiera disfrazado de koala. La pequeña fotografía de la mujer pelirroja se le había quedado grabada en su procesador mental. Babyblue había sido a principios de los noventa la revista musical española más vendida después de Súper Pop.


May prefería leer Babyblue porque a parte de las habituales secciones dedicadas a famosos del mundo de la música y del cine o consejos de belleza, contaba con una sección donde las adolescentes podían escribir sobre cualquier tema, ficticio o real, con absoluta libertad. El espacio se titulaba “Tú escribes”.  Generalmente, las chicas escribían contando un problema que las preocupaba y la consejera, Darling, les daba su opinión. Muchas chicas se desahogaban explicando los problemas que tenían con su chico, la falta de libertad que tenían en casa o las peleas con sus amigas. Otras preferían dejar correr la vena literaria y plasmaban sus ideas en cuentos de fantasía. May siempre había deseado ser escritora. Disfrutaba saliendo con sus amigas en plan loco como algunas adolescentes, pero lo que más le gustaba era leer y escribir. Aunque nadie lo sabía. En un arranque de entusiasmo envío el cuento “La voluntad de Sira” que trataba sobre una muchacha decidida a permanecer virgen hasta el matrimonio. Darling tenía fama de no tener pelos en la lengua. May pensaba que a veces era demasiado irónica. Por eso, le sorprendió tanto que alabara su cuento y que la animara a seguir escribiendo. Y eso es lo que hizo. Ahora con treinta y cinco años era redactora de la revista para futuras decoradoras profesionales “Alta Decoración”.


 Comprendía muy bien lo que Darling había hecho por ella. Por eso, ese sábado por la mañana estaba sentada en primera fila en la sala de conferencias del edificio “Mediterráneo” esperando el turno de preguntas y respuestas para agradecérselo. La primera conferenciante, una americana de la revista Rolling Stones, acabó de responder.


Darling miraba sonriente al público dispuesta a empezar a hablar, cuando un miembro de la organización se le acercó con cara de susto y le susurró algo a la oreja que hizo que Darling se levantara a toda prisa y saliera corriendo. May sólo dijo:
–¿Qué...?

martes, 12 de febrero de 2013

Viajando en el tiempo: de historia a trama

El relato que se puede leer a continuación lo escribí a partir de lo que aprendí en el fascículo número  catorce del curso de escritura creativa "El placer de escribir" de Planeta deAgostini.
El fascículo catorce se titulaba  "Viajando en el tiempo: de historia a trama".

El anunciado del ejercicio era el siguiente:

DE HISTORIA A TRAMA

1. Elige solo una de estas cinco ideas:

- Un pintor rompe a cuchillazos el lienzo sobre el que estuvo trabajando los últimos tres años de su vida.
- La nave Conqueror aterriza en el planeta Antígona, un planeta formado únicamente por nubes de color negro.
- Saray echa al fuego un manojo de cartas manuscritas y un contrato de trabajo. En ese mismo momento, Álex toca el timbre de la casa.
- Alba mira el cartel indicador de los vuelos que llegan, mientras Pedro pierde la orientación al salir del lavabo.
- Un diputado del Parlamento Europeo hace extrañas muecas en plena sesión extraordinaria, y se pregunta qué pasa que su asistente no aparece.

Una vez escogida una de las ideas, te proponemos extenderla a un párrafo de no más de 200 caracteres con espacios para establecer la relación causal entre los hechos. Pregúntate de qué manera encontrar un origen y un vínculo lógico entre los acontecimientos que se describen.

2. Con los elementos de que dispones deberás redactar la trama de una posible novela, en un texto que no supere los 4000 caracteres con espacios. Piensa qué pasará después, quiénes son los personajes y qué pretenden. Llevarás a cabo dos acciones fundamentales. En primer lugar, seleccionar lo que vas a narrar. En segundo, ordenar temporalmente lo que hayas seleccionado. ¿Quieres una trama cronológica? ¿O prefieres las anacronías? Si escoges este último caso, no olvides usar las retrospecciones o las prospecciones.

Una propiedad molesta (René, la pintora)

1) René, una esclava doméstica en el siglo XIX en los EEUU,


rompe a cuchillazos el lienzo sobre el que estuvo trabajando los últimos tres años de su vida. De los dieciséis a los diecinueve pintó sobre el mismo lienzo diferentes cuadros. Cuando acababa uno, como no tenía más material, pintaba el siguiente cuadro encima del anterior. Esta dinámica se rompe el día que la señora de la casa, Louise, casi la descubre. René intenta evitar el castigo destruyendo rápidamente el lienzo.

2) René, una esclava adolescente, pinta cuadros a escondidas. Aunque ignora cualquier tipo de conocimiento técnico sobre pintura (no sabe lo que es la  perspectiva, ni las líneas de fuga), crea una pintura sencilla, ingenua, emotiva con temática que abarca desde lo que le sucede a su alrededor (vida cotidiana de los amos o con otros esclavos), pasando por mundos imaginados con gran lirismo.


 Pese al secretismo con el que actúa, un día es descubierta por la señora de la casa,  Louise. Momentos antes de oír como la señora baja las escaleras del sótano donde pinta, acuchilla el lienzo, pero no lo suficiente para que no se pueda ver lo que ha creado. La viuda, Louise, en vez de castigarla, ve una oportunidad para conseguir ingresar dinero, ya que su marido murió dejándola casi en la ruina.


A partir de aquel momento, Louise vende cuadros a sus amigas simulando ser ella la pintora. Incluso consigue el encargo de ilustrar un cuento infantil, que le llevará a conocer a un editor con el que se casará. Este hombre, Jack Whittaker, es muy bueno con Louise pero terriblemente cruel con los esclavos.


 Jack opina, entre otras cosas, que un esclavo nunca debe ser un artesano, ya que este trabajo podría crearle deseos de independencia. Por ese motivo, Louise no le cuenta que la auténtica pintora es René. Un día que Louise está pasando unos días en casa de sus padres, Jack descubre a René pintando y cree que la sirviente tiene celos de su esposa. La castiga dejándola diez horas en la caja caliente,  un ataúd de metal puesto al sol (sucede en el mes de julio). Al salir, René empieza a tramar su venganza. En cada cuadro nuevo que pinta, introduce algún secreto que alguien no desearía que se supiera. Pero lo oculta tan bien, que sólo el “destinatario” lo identifica. Así consigue que el receptor compre para no ser descubierto, pero que se sienta chantajeado, lo que va creando resentimiento hacia Louise (que ignora esta treta), hasta que al final  no la invitan en ningún sitio, la rechazan y no tiene a quién vender sus cuadros.


 Paralelamente, Jack se busca problemas con otros propietarios debido a su carácter pendenciero. Sus deudas con el juego y su alcoholismo  provocan que su negocio editorial se hunda. Además cada vez es mas cruel con su esposa.  Louise se da cuenta que pronto volverá a estar en la ruina, porque su marido ya sólo tiene pérdidas y que están en caída libre. Teme volverse “po'buckra” (basura blanca), un blanco pobre que ni siquiera  puede mantener a ningún esclavo. Louise pide ayuda a  René, que recela de ella porque cree que sabe lo que le hizo su marido y que ella ni se inmutó.  La señora reconoce su error al despreocuparse de todo y ser insensible. René dice que pondrá todo de su parte para que las cosas mejoren, pero a cambio pide dos condiciones. Una es que un día que Jack llega borracho lo pongan diez horas en la caja caliente. Así se hace, y Jack comprende el sufrimiento que ha causado. Otra es que, de puertas afuera ella será una esclava, pero en el interior de la casa René será libre y deberá ser tratada como tal. Louise convence a Jack (cada vez más hundido) para que firme los documentos de liberación. Legalmente se convierte en libre. Pero fiel a su promesa, vuelve a pintar cuadros con detalles que halagan a las amigas de Louise, que vuelve a ganar el favor social y evita la deshonra pública.

martes, 5 de febrero de 2013

Los personajes: como hacer que sean creíbles

El relato que se puede leer a continuación lo escribí a partir de lo que aprendí en el fascículo número  trece del curso de escritura creativa "El placer de escribir" de Planeta deAgostini.
El fascículo trece se titulaba "Los personajes: cómo hacer que seduzcan"

El anunciado del ejercicio era el siguiente:

UN PERSONAJE CREÍBLE
 1. Piensa en un personaje ficticio de la tradición que tenga las características de alguno de los arquetipos que hemos visto en la lección.
2. Créale un objetivo a este personaje.
3. Otórgale una marca, una característica que lo haga diferente al resto y que no comparta con el personaje en el que se basa.
4. El personaje debe dudar o sufrir una contradicción vital que lo humanice.
5. Una vez creado el personaje y sus características, escribe una escena que no supere los 4200 caracteres con espacios en la que lo veamos en acción.

El personaje en el que pensé fue en un rebelde. Según el fascículo número trece:
" Aquellos que van contra las reglas forman parte de otro clan. Hablamos de los rebeldes, esa clase de personajes que solo necesita una condición para existir: la presencia de unas normas que puedan ser transgredidas.
En su condición de ser social, adaptado a la vida en comunidad, el ser humano debe regir su conducta mediante leyes. Pero no todos suelen estar conformes con ellas, y es allí donde aparece la figura de este arquetipo insumiso."
 Son rebeldes, por ejemplo,  Prometeo, Eva y Adán, y el protagonista de"Rebelde sin causa".

El personaje rebelde es en un niño de seis años que  desobedece la orden de su madre de permanecer en el coche mientras ella, desde fuera y alejada de donde está el niño, llama por el móvil. El cuento se titula "Sergio".

Sergio

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Intentó leer los labios de mamá pegando la nariz al cristal con las manos ahuecadas. Estaba demasiado lejos para oír lo que decía. Hacía dos canciones del grupo Las Nubes Ambulantes que mamá había aparcado en el párking al aire libre del súper, ya cerrado y tres canciones que le había obligado a prometer que no saldría del coche. Pasara lo que pasase. 


Ella estaba hablando por el móvil con ese hombre, Micki. Sabía que los dos iban al mismo instituto nocturno. No como papá, que iba a la Upersividad, que era una escuela mucho más importante que la de Micki. Sergio tenía casi seis años. A esa edad ya se sabían cosas. Sabía que papá era verdaderamente listo y que Micki era un bobo. Este pensamiento lo puso furioso. Le daba igual que mamá se enfadara y lo castigase, pero iba a romper su promesa. Ella no debería estar hablando con Micki. Papá no querría. Levantó el seguro y salió corriendo del coche. Giró la cabeza y vio que seguía hablando por el móvil, pero no la veía muy bien porque se había formado una especie de neblina. 


De todas formas, le daba igual. Caminó hasta el final del aparcamiento. Hizo pis en el muro, pateó unas piedras, se tumbó en el suelo mirando hacia el cielo oscuro sin luz de luna. Las estrellas eran fuego, se lo había dicho papá. Cuando se cansó, volvió caminando hacia el coche cantando la canción Monstruo Buñuelo. Estaba a mitad de camino, cuando las farolas parpadearon y se apagaron. Dejó de andar: no veía nada. Oía la música lejana del coche, pero no sabía hacia qué dirección caminar. Pensó en la peli Kung Fu Panda que había visto en casa de la abuela el sábado. ¿Qué habría hecho Kung Fu Panda? Intentaba imaginarlo cuando vio algo que le hizo gritar de terror. Un monstruo corría a toda velocidad hacía él. Como una flecha. El malo lo miraba fijamente con odio, quería hacerle daño. 


Sergio tembló, pero no pudo pronunciar la única palabra que quería gritar. Cerró los ojos con todas sus fuerzas. Al poco rato el malo lo golpeó y le hizo caer de espaldas. Se defendió dando patadas y manotazos. Al abrir los ojos para enfrentarse al horror se dio cuenta de algo que lo dejó perplejo. El monstruo era una bolsa de plástico. La música familiar de Las Nubes Ambulantes volvió a sonar. Corrió a tientas siguiendo el sonido, hasta llegar al coche donde entró y puso otra vez el seguro. Enseguida llegó mamá, llorosa. Esta vez se las iba a cargar.
--Cariño, ¿has cogido frío?
Lo besó y abrazó muy fuerte.
Sergio rompió a llorar.
--¿Qué te ocurre? Si sólo he estado hablando durante un cuarto de hora...Lo siento,  hijo.
Miró a mamá como si fuera la primera vez que la veía. Ya nunca más sería el bebé que fue. Aunque quisiera. Le sonrió y ella le devolvió la sonrisa, mientras le enjugaba las lágrimas con un pañuelo de papel. Al cabo de un rato, arrancó el coche. Iban camino a casa.