1
de Febrero de 2065
Recuerdo
que…hoy…he ido…voy…Voy con la manada…Como siempre no me
dejan caminar tranquilo, se cruzan, hacen que tropiece… me
pisan…¿Duele? No… no siento los pies descalzos. Tampoco el
frío… en este cuerpo des-nu-do.
Soy
un caminante…ellos nunca me mordieron, ni estoy infectado, pero…no
reaccionan agresivamente conmigo, ni quieren comer mi carne.
¿Quién
fui? No- lo- sé. Las cosas anteriores… han pasado.
Ya
no huelo el hedor del caminante…mezcla de reptil con carne pasada
olvidada en un rincón de la nevera. Y ellos tampoco me huelen.
Mi
corazón no late fuerte cuando alguno me roza.
La hojarasca cruje a nuestro paso… Crish, crish, crish…
Nuestros
gemidos ahuyentan a todo ser vivo que habite el bosque.
No…hay…consciencia…más
allá de…nosotros mismos y de la CAZA.
7
de febrero de 2065
Casi
amanecía, cuando te hemos percibido. Un corazón pequeño de…¿seis
años?
Hueles
rancio; a miedo y a enfermedad…pulm-onía. Estás sola. Acurrucada.
Tiemblas.
La
manada se exalta, gime enloquecida y se enmaraña hacia ti. Quieren
apresar con sus garras el poco calor que queda en tu cuerpecito.
Si
no hago nada…acaba tu sufrimiento.
Pero…He
apartado a los otros caminantes a manotadas hasta…llegar donde
estabas y te he rodeado con mis brazos del color del lodo. Te has
vuelto invisible ante sus ojos entelados y sus fosas nasales
muertas… Han rehecho su curso.
Te
prometo que te cuidaré hasta que te valgas por ti misma. Pero
después me rendiré de nuevo al frío percibir de mi manada.
Muy buen relato, Lisey. Por unos instantes me he sentido igual de hambrienta, maloliente y desorientada que la manada de muertos vivientes.
ResponderEliminarMe queda la intriga de quién es ese que dice ser caminante, pero que salva a la niña.
Un saludo
Hola Nena Kosta, El caminante és el que es en la historia que has leído. Si continuara la historia veríamos la relación que tiene la horda con este personaje, etc. Te agradezco que te hayas hecho seguidora de este blog. Saludos.
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